Tuesday, September 04, 2007

Las mujeres bellas las dejo para los jóvenes.
Las posiciones acrobáticas las dejo
para los fakires.
Yo sólo quiero un poquito –un poquito,
de veras muy poquito– de compasión,
de apapacho. De eso que volteas
y tientas el pelo de una mujer, y lo hueles y lo acaricias,
y dices, puta madre, a mi también me sonríe la vida.

Eusebio Ruvalcaba "El frágil latido del corazón de un hombre"